martes, 16 de diciembre de 2008

Mercè Rodoreda fue también pintora




Una exposición en La Pedrera muestra la faceta más desconocida de Mercè Rodoreda, considerada la mejor escritora catalana del siglo XX

Barcelona homenajea a la autora de obras como La Plaça del Diamant (Plaza del diamante), Aloma o Mirall trencat (Espejo roto) con una exposición en La Pedrera. Se exhiben una treintena de acuarelas, aguadas y collages, la mayoría inéditos, de entre 1949 y 1957. Con esta muestra se da a conocer al público una faceta de Rodoreda hasta ahora muy desconocida.

Las novelas de Rodoreda son de una sencillez aparente aunque detrás exista mucho trabajo. Así es también su obra pictórica. La mayoría de las piezas, sin firma y sin titulo, son retratos de mujeres, soldados, guerra y figuras extrañas que parecen microbios. Son collage y acuarelas pintadas en su exilio en Paris, donde la autora intentaba sobrevivir en medio la amenaza nazi hasta que se marchó a vivir a la ciudad suiza de Ginebra.

Destaca en su obra, los ojos de los retratos. Grandes, espantados pero valientes. Esto se asemeja a las protagonistas femeninas de sus novelas. Es el caso de Natalia –también llamada Colometa- en la Plaça del diamant. Enmarcada en medio de la Guerra Civil, la Colometa intenta sobrevivir en el barrio de Gràcia, con dos hijos y un marido en el frente. La perdida de la inocencia se hace patente en cada párrafo.

Con anterioridad, la obra de Rodoreda (inspirada en autores como Klee, Kandinsky o Joan Miró) fue expuesta en Calldetenes (Barcelona) en 1991. Según Mercè Ibarz, comisaria de la muestra, escritora y critica de arte, su obra plástica es "relevante por sí misma, que podría estar en museos como el MACBA o incluso el MNAC"

Por otra parte, se ha dado a conocer que la propia escritora había preparado dos exposiciones, que por diferentes circunstancias no se llevaron a cabo. La primera de ellas se debería haber celebrado en París en otoño de 1953 en la sala Mirador y la segunda en Barcelona, en la primavera de 1957.

Para impulsar el Año Rodoreda en 2008, coincidiendo con el centenario de su nacimiento (1908-1983), la Fundació Mercè Rodoreda y la Generalitat están llevando a cabo un programa de actividades como exposiciones, obras de teatro, rutas literarias o la publicación de todas sus obras reunidas.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Las 24 horas de Tom Jones

El Tigre de Gales acaba de presentar en España su nuevo disco, 24 hours. Mucha agua es lo único que necesita para mantener su juvuntud.



El pasado 17 de noviembre Tom Jones sacó a la venta su nuevo disco, titulado 24 hours. Y casi un mes después, el 9 de diciembre ha visitado nuestro país para deleitar a la prensa y a los fans con su incombustible espíritu a sus 68 años.
Según ha confesado no tiene ningún truco para resgarduar su voz, porque es un "don natural". Y para mantener esa juventud su secreto es fácil "sólo beber mucha agua".
Las letras de su nuevo discon han sido escritas en la mayoría por él, puesto que no ninguna que le ofrecian le gustaba. Así que este nuevo disco es el más personal de sus 45 años de carrera musical. Según sus palabras, la clave del éxito es una mezcla entre talento, deseo de triunfar y el empuje de continuar haciendo lo que más ama. La música es su pasión desde que cantaba en el coro de la escuela.
Este disco con tintes de soul esconde varias perlas. La primera canción es toda una declaración de intenciones I'm alive ("estoy vivo"), una versión del clásico de Tommy James and The Shondells. Además, el boss Bruce Springteen le presta "The hitter" mientras que Bono le escribió Sugar daddy. El cantante galés ha confesado que el líder de U2 "dijo que si no lo grababa, se cortaría las venas".
El cantante del Is not Unussual junto a Carlton de El Príncipe de Bel Air vuelve con la misma energía que gastaba cuando montaba fiestas con el mismisimo Elvis Presley. Sobre la gira dice que aún no sabe nada. Aunque esta propuesta para principios del año 2009, el público siempre dice la última palabra. Mucha humidad para todo un sir.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La lucha mexicana también es cultura

La lucha mexicana es más que golpes, patadas y puñetazos. Para los mexicanos es cultura, un espectáculo al que se va con toda la familia a disfrutar.


La lucha libre mexicana es mucho más que el típico "Pressing Catch" americano que vemos en televisión. De tradición centenaria, es el segundo espetáculo más visto tras el fútbol del país mexicano.
El pasado 29 y 30 de noviembre, algunas estrellas más conocidas de ese espectáculo deportivo, se dieron cita en el Teatro Circo Price (el sábado 9 a.m. y domingo 12 a.m. y 8 p.m.). Blue Demon Jr, Mascarita Sagrada, Perro Aguayo Jr o El Santo Jr, pelearon para deleite de todos aquellos que se acercaron al coliseo mexicano transformado para la ocasión.
Una de las características que más identifican a este tipo de luchadores es que portan una máscara (en la actualidad de material sintético, hace años de cuero y piel de cabra). Los guerreros aztecas llevaban máscaras de lobos o jaguares para dar miedo a sus contrincantes, así que en la actualidad, taparse la cara es todo un símbolo. Si a un luchador se la quitan queda deshonrado.
En este tipo de lucha hay varias categorias:
  • Los rudos: Pueden utilizar trucos de dudosa legalidad dentro y fuera del ring.
  • Los técnicos: Sólo emplean su fuerza y su elasticidad. No utilizan trucos sucios como los rudos.
  • Los exóticos: Llevan a cabo unas llaves muy elegantes y "limpias"
  • Los minis: Luchadores de pequeño tamaño
  • Las féminas
En México, estos luchadores son considerados como héroes nacionales, sobre todo aquellos que pelearon en los años cincuenta, la época dorada. Muchos de ellos, incluso, dieron el salto al cine con películas como Santo en la venganza de la momia (1970), La invasión de Guanajuato (1970) o Santo y Blue Demon contra Drácula y el Hombre Lobo (1972).
Personas de todas las edades, mujeres y hombres, van a los cuadriláteros o ven las peleas por televisión. La mayoría de estos luchadores han nacido en familias pobres y muchos de ellos, al convertirse en famosos, ayudan y se convierten en el estandarte de los más desfavorecidos.
Aquí no vale tanto quien gane o pierda, sinó sobre todo el espectáculo que se crea:
Lucha libre mexicana. Luchadores: El Latin, El Santo y Blue Demon